Sin duda, en este curso no nos meteremos a filosofar acerca de la creación literaria, es por ello que no nos andaremos por las ramas si os decimos que la inspiración no existe. Olvidémonos de moñadas de musas y otras sandeces por el estilo que no sirven más que para perder el tiempo. Hoy día los más parecidos que existen a las musas son los coach, son igual de inútiles y más caros.
Tampoco os vamos a decir que la inspiración llega
trabajando, al menos para nosotros. Si algo pretendemos con este curso es poneros
las cosas sencillas. La clave para empezar a escribir un libro es sin duda
tener una historia que contar, pero, como ya está todo contado, incluso lo más
extraño que te imagines, lo mejor es copiar. ¿Qué te van a acusar de plagio,
qué si problemas legales, y un largo etcétera? Aquí te contamos la clave para
evitar esa clase de problemas: El Maquillaje.
Sí, la forma más sutil de evitar problemas legales
es maquillar el texto. ¿Qué cómo se hace eso? Pues modificando de forma sutil
las frases para que no sean exactamente iguales, algo así como lo que hace
Bunbury. Es pondremos un ejemplo: Si vuestra intención es copiar el Quijote,
pues en lugar de Escribir en un Lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero
acordarme, podéis escribir, En un rincón entre Ciudad Real y Toledo, ¿o era
Albacete? ¡A ver si va a ser Guadalajara! El caso es que no me acuerdo.
Problema solucionado.
¿Y si alguien se percata de la táctica usada? Pues
lo acusáis de infame por no entender que los artistas usan otras referencias
culturales.
Esperamos vuestros comentarios apreciados
alumnos.
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