Cuando uno pretende dedicarse al mundo de la literatura ( y no quiero decir con esto que tenga que ser obligatoriamente como forma de vida), piensa que su genialidad a la hora de escribir atraerá por si mismo lectores ya sea con un libro, un blog, o en la pared de un cuarto de baños públicos donde tantos versos de poetas frustado yacen para deleite de quien necesita más tiempo del necesario debido a un apretón...
Lo que no sabemos muchas veces es que puedes ser el mejor del mundo escribiendo que si no logras captar la atención, no sirve de nada que seas la reencarnación de Cervantes o de Byron, por poner un par de ejemplos. No solo basta con escribir un buen libro, un buen artículo, no, es importante, pero desgraciadamente no fundamental, cuando de difundirlo se trata. Lo primero que se tiende hacer es crear un blog en el caso de muchos escritores fracasados como yo, pero ojo, los lectores tampoco llegan solo aquí, el hecho de tener un blog no asegura nada, como tampoco lo es tener un perfil en alguna de las conocidas redes sociales tales como Facebook o la cada vez más conocida Twitter.
Si has leido algo por ahí de marketing a nivel usuario habrás leído cientos de artículo sobre viralidad en la red. Para quien no lo sepa, la viralidad consiste en el boca a boca de toda la vida, es decir, alguien lee tu estupendo artículo en internet y lo acaba recomendando a otros que a su vez hacen lo mismo, así sucesivamente hasta que llegas al estrellato. A quien siga creyendo en esto solo le digo que se equivoca, pero de lleno, porque a excepción de unos privilegiados, entre los que normalmente no nos encontramos la mayoría, nadie es capaz de lograr con esa simpleza. Aquí el mejor ejemplo resulta el del apocalipsis zombie, cuando piensas en él, te crees que serás de los supervivientes, y no uno de los infectados cuando lo más probable que ocurra es que seas el primero en morir. Pues aquí igualmente permitanme el símil, nadie te leerá si no luchas lo suficiente. ¿Y como dirás?
Pues por mucho que digan que no, es siendo plasta, enviando referencias a mil sitios, foros, contactos facebook, twitter. Dar la brasa es la única forma aunque sea para decirte pesado. Es mejor que hablen de uno mal a que no hable en este mundillo. Innova, insulta, pues solo así destacarás...
...Aún así mucho de los esfuerzos no tendrán recompensa, o no será la deseada, pero recuerda, tu, como yo no somos más que...escritores fracasados...
PD: Si no me rebates es que te das por vencido muy fácilmente, y con esto pretendo estimularos.
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