Aunque en muchas ocasiones colocar un apellido tal como el de aventura a una novela ha podido ser considerado como un hándicap para que el libro se halla catalogado como juvenil, y por lo tanto muchos lectores en edad adulta se haya retrotraído a tan siquiera echarle un ojo a tal o cual libro, ni que decir tiene que el género de aventuras, es el condimento más indispensable para la inmensa mayoría de las novelas, porque aún no siendo un género por si mismo, normalmente viene a complementar a otros géneros como el histórico, de actualidad, fantástico, porque salvo contadas excepciones, a casi nadie le suele gustar leer una novela donde el personaje se pasaba cuatrocientas ochocientas noventa y siete páginas reflexionando delante de una botella sobre el sentido más profundo de la vida sin que tan siquiera mueva un dedo.
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A lo largo de la historia han existido grandes maestros de la novela de aventura, siendo casi considerado como el padre de la misma a Dafoe, creador de Robinson Crusoe, que si no la hemos leído, al menos nos sonará. También cabe destacar a Victor Hugo, Walter Scott, o más actuales como Perez Reverte, o Manel Loureiro, que pese a que su novela este ambientada en el género zombie, Apocalipsis Z, entraría dentro de los cánones de novela de aventura
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...Aunque recordar la mayor novela de aventuras que podréis vivir es la de vuestra propia existencia...
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