Fuera como fuese, 2020 vino a
cambiarlo todo. 2020 nos descubrió que era un escritor de brújula envuelto en
un halo determinista que siempre encaminaba sus pasos al peor de los escenarios
posibles. 2020 es un escritor de terror, que, pese a lo previsible de sus
argumentos, no deja de ser bastante siniestro.
¿Qué provocó esto? Pues que yo, por
llevarle la contraria, pasé de considerarme alguien que escribía con la brújula
a escritor de plano. Plano porque de esa forma, quizás incluso antes de la
pandemia, comencé a sentirme. Plano porque era incapaz de hilvanar una
historia. Plano porque escribir en el blog me dejó de motivar. Plano porque me
desmoralizaba, (y me sigo desmoralizando), por no encontrar respuesta de la
comunidad lectora. Plano porque esta maldita pandemia nos ha robado emoción a
nuestras vidas.
Aun así, me salté el guion a finales
de este año al publicar en pago social la novela “El Olvido del Río” porque
pensé que un camino hecho a base de hachazo como es esta historia, puede ser
contemplada por la comunidad lectora para darme su opinión. Quería comprobar que pese al mapa marcado que
me dio el 2020, la brújula sigue marcando el norte. ¿Me ayudaréis a volver a
encontrar el camino? Solo tienes que clicar el siguiente enlace: https://lektu.com/l/eduardo-ortega/el-olvido-del-rio/15964
¿Seguimos en la yesca?
No hay comentarios:
Publicar un comentario