Se acercan las fechas navideñas donde todo se envuelve con un bonito color rosa donde a todo el mundo se le supone feliz...pero que apesta a mierda consumista por los cuatros costados, porque seamos claros, a estas alturas de la película ya nadie se cree el cuento de Navidad donde el rico avaro tras darse cuenta de su actitud equívoca con respecto a su empleado pasa a modificar su actitud, sino que al contrario el rico aprieta más al resto, y lo exprime hasta consumirlo, aunque trata de limpiarse la conciencia realizando campañas de recogida de juguetes y alimentos en estas fechas, donde por supuesto eres tu quien colabora, ya que el rico se da por satisfecho con organizarlo, sino me crees mira a tu alrededor, como bancos, grandes comercios, e incluso futbolistas se creen dioses de la solidaridad... Bombones que saben a vómito puro
Sin embargo pese a todo, seguimos consumiendo, que para eso el señor presidente ya dice que estamos saliendo de la crisis. Comidas de empresas donde nadie se aguanta, y aún menos al jefe, y todos le ríen las gracias. Regalos por obligación a gente a quien tan siquiera te apetece mirarle a la cara, para que acaben en la basura, esa misma basura donde una familia ha encontrado la muerte por consumir productos caducados. Y aún así dirás feliz Navidad.
No creo que esto debe ser las fiestas navideñas, donde solo importa el aparentar, y tan solo el recibir más de lo que das...Si aún así sigues pensando en que debes regalar, al menos déjame que te aconseje:
Regala mi libro "Las Puertas de las Rimas", no porque mis bolsillos se vayan a llenar (apenas me reportan beneficios), sino porque entre lineas podrán encontrar este mensaje: "La felicidad no está en la meta sino en el camino", y sino quiere gastarte un centimo, muy pronto la Antología Iberia Sumergida
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