LA MANIOBRA DE HEIMLICH
EVITÓ QUE BLANCANIEVES SE ATORASE CON LA MANZANA
Y NO HUBO NECESIDAD DE MOÑADAS PRINCIPESCAS.
Los cuentos no son cómo siempre nos lo han contado. Como ejemplo, la historia de Blancanieves. Pues según hemos conocido en la redacción de Literatura Today, Blancanieves no tuvo necesidad de ser resucitada por el beso de un príncipe que pasaba por el lugar, pues si logró sobrevivir fue por la rápida intervención de uno de los enanitos del bosque, aunque aquí preferimos llamarlos acondroplásicos, que viendo como se atoraba con la manzana, que ni estaba envenenada ni nada por el estilo, le practicó la maniobra de Heimlich. Gracias a sus conocimientos de primeros auxilios logró que expulsase el cuerpo sin necesidad de besos ni otras moñadas.
Seguiremos informando mientras no nos censuren,
o los señoros se enfaden por este final del cuento.
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