Sin
duda Micosis es de esos libros que en apariencia parecen inofensivos, pero en
cuanto hundes un poco la cabeza en ellos resultan que te agarran para no
dejarte escapar pese a que te sientes acongojado mientras lo lees, porque sin
duda Enerio Dime logra plenamente el objetivo de hacerte pasar miedo. Aunque
no penséis que Micosis es tan solo un libro de terror, pues entre sus frases se
encierra una brillante reflexión que se pierde si te quedas con la historia de
manera superficial. Tranquilidad, no seré yo quien desvelé ese mensaje,
prefiero que los descubráis mientras lo lees.
Y
sin lugar a duda gran parte del atractivo de esta historia está en su
protagonista, Marga, una mujer que como tantas otras personas pasa
desapercibida al grueso de la población. Un personaje bien articulado, que
crece a lo largo de la novela, y que sabe dejarte un regusto amargo del que es
difícil de desprenderse.
Para
quienes aún no conozcan su sinopsis:
Marga es invisible. Su trabajo se desarrolla en el edificio Cónsul,donde los oficinistas vienen y van a su alrededor sin detenerse a mirarla. Como ella lo ve, eso tiene sus ventajas. Nadie puede dañar a una mujer invisible. Sin embargo, su ordenado mundo está empezando a cambiar a peor. Su exmarido sigue racaneándole la pensión de sus hijos, su jefe sigue avasallándola y parece que hay una enfermedad, la micosis violenta, propagándose a sus anchas. Pero eso no puede pasar aquí, ¿verdad?, piensa Marga. Eso es algo que ocurre en las grandes capitales, en las películas. Eso es algo que no le ocurre a la gente invisible. ¿Verdad?
Marga es invisible. Su trabajo se desarrolla en el edificio Cónsul,donde los oficinistas vienen y van a su alrededor sin detenerse a mirarla. Como ella lo ve, eso tiene sus ventajas. Nadie puede dañar a una mujer invisible. Sin embargo, su ordenado mundo está empezando a cambiar a peor. Su exmarido sigue racaneándole la pensión de sus hijos, su jefe sigue avasallándola y parece que hay una enfermedad, la micosis violenta, propagándose a sus anchas. Pero eso no puede pasar aquí, ¿verdad?, piensa Marga. Eso es algo que ocurre en las grandes capitales, en las películas. Eso es algo que no le ocurre a la gente invisible. ¿Verdad?
Tan
sólo me queda recomendarla porque como sucede con todas la obras publicadas por
Cerbero no te la puedes perder. Por cierto, yo no paré de rascarme mientras me
duró su lectura. Posiblemente yo también sea un fúngico.
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