Tal como alude el título
del libro, las semillas que dejamos es una historia que se siembra en quienes
se adentran en el libro para florecer en forma de hype a la espera de la
siguiente entrega que debe venir, porque sin duda este libro no es más que la
presentación de algo mucho mayor que está por venir, un universo narrativo a la
espera de ser explorado.
“Las semillas que dejamos”
tiene como punto de partida un mundo en extinción, un planeta tierra
contaminado por las guerras, donde los poderosos siguen basando su existencia
en utilizar a los más desfavorecidos para lograr su objetivo de vivir
perpetuamente. Y para ello estudian tras capturarlas a las longevas, mujeres que superan con crecer la media de la esperanza
de vida que es de unos cuarenta y cinco años. No tardaremos en descubrir un
mundo donde según tu lugar de nacimientos tu objetivos vitales pueden resultar
anodinos como el caso de la gente que vive en las Estaciones o la mera
supervivencia como el resto de la población. Sin duda este libro guarda una
crítica social hacia un mundo cada vez con más distancia entre las personas
favorecidas por el capitalismo y las personas más desfavorecidas. Además, no me
extraña que logre esa visión porque sin duda Lorena, a quien tuve el gusto de
conocer literariamente a raíz de una antología, es una persona comprometida, no
hay más que ver lo bien que gestiona la revista literaria Vuelo de Cuervos, la
cual os recomiendo porque además es gratuita y puedes lograr en el siguiente
enlace.
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