Los quehaceres de la vida diaria en ocasiones obligan a dejar un poco apartado aquellas cosas que nos gustan, como en el caso del autor de este libro, Israel Alonso. Esa obligaciones como editor, de la cuales nos beneficiamos muchas personas que disfrutamos de su trabajo ya que gracias a su labor podemos leer libro poco habituales, en cierto modo nos está quitando la posibilidad de tener a un gran autor tal como demuestra en este libro que reseñamos.
Recetario para combustiones espontáneas es un conjunto de relatos y novelas cortas con diferentes temáticas que sin duda hará las delicias de quien se anime a adentrarse entre sus páginas. Habrá quien vea como un inconveniente una antología de un autor, pero para mí sin duda son todo ventajas ya que al igual que una caja de bombones puedes probar diferentes tipos de géneros sin cansarte de ninguno. Además, una antología como esta te demuestra de lo que es capaz Israel. Sin duda el autor es capaz de enfrentarse a diferentes registros y salir de todos victoriosos. Entre los relatos y novelas cortas encontramos una ucronía, cifi en sus diferentes vertientes y fantasía existencialista. Destacaremos algunos de los relatos que más nos han llamado la atención:
- La misma lluvia: Sin lugar a duda cuando comencé a leer este relato me sonó muy familiar, pues fue el que presentó Israel a una antología, finalmente fallida, que convoqué de relatos ucrónicos. Fue con esta historia como conocí al autor. Sin duda una pequeña joyita que habla sobre como habría sido la sucesión dinástica borbónica si el protagonista de cierto acontecimiento, que no pienso destripar, hubiese sido otro.
- El mismo atáud: Sin duda de las historias que más me han gustado. Un arriesgado salto hacia la más pura metaliteratura que deja un halo de inquietud una vez que lo finalizas.
- Carnaza: Simplemente diré: ¿Quién se atreve a mezclar western con fantasía y salir airoso? Sí, Israel lo logra.
- El Desierto es infinito: un relato de terror psicológico con toques oníricos capaz de provocar desazón durante su lectura.
- Los átomos, querida: Sin duda una divertida reflexión existencialista que como diríamos en la provincia de Cádiz tiene mucha "guasa".
- Vino: un relato muy corto, sin embargo irónico y exagerado a la par que realista. Sin duda me sacó una sonrisa.
- Whitestar: Tal vez si hubiese conocido sus referencias a Bowie lo habría disfrutado mucho más, sin embargo es una historia que engancha desde la primera linea, porque pese a ser una historia de cifi, que en ciertos momentos me recordó a la película Interestelar, la encontré como una declaración de principios.
- Pulporno, Primera Sangre y Kubiyui: Admito que con la primera historia no logré conectar del todo básicamente porque nunca me han llamado mucho la atención el tema de los robots, pero en cuanto te enfrentas a las otras dos historias te das cuentas de la magnitud del universo Exilium, (que no conocía hasta ahora), pero que desde luego creo que seguiré investigando.
Destacar sin duda que Israel tiene mucha personalidad, sin lugar a duda, y eso lo refleja en sus textos que tienen una voz propia y características. No es del tipo de autores que te recordarán a otros, y mejor así porque para leer copias es mejor leer al original. Sin duda me uno a la petición de su prologuista: #IsraelEscribeMás.
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