Hacía bastante tiempo que los cuñados no nos juntábamos en la barra de este bar donde nos gusta juntarnos con otros parroquianos como vosotros para enseñaros, porque si de algo sabemos los cuñados es de todo. Nuevamente, tras la reforma del bar, estamos en disposición de hablar en esta ocasión de pintura, o más concretamente de un pintor.
El pintor del que os hablamos hoy, Goya, más allá de ser el más usado para hacer rimas fáciles con su apellido, era sordo y afrancesado. Este no era como nosotros, a este no le gustaba nada llevar el polito con la bandera de España en el cuello ni de vanagloriarse de los éxitos del deporte español, es más, creía que eramos una panda de catetos supersticiosos y anticuados, (creemos que nos veía con esa malaje debido a que los sordos son muy rencorosos).
Sin embargo hay que reconocer al tipo ciertos méritos, pues según se cree, la maja desnuda puede que fuera la Duquesa de Alba, a la que presumiblemente se chuscó, cuando esta era joven y estaba buena, y aún no bailaba las sevillanas como un zombi de walking dead. Además, fue capaz de transmitir en sus obras la maldad de la guerra en obras como "Los Fusilamientos del Dos de Mayo".
Podríamos hablar de su técnica pictórica, pero lo más importante sobre él ya lo hemos contado...
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