FAUSTO SE LIBRA DEL INFIERNO
UN ERROR DE FORMA EN EL CONTRATO DONDE VENDÍA SU ALMA ES LA CLAVE
¿En cuántas ocasiones te ha visto sumergido en un marrón por no leer la letra pequeña? La respuesta en la mayoría de los casos, a no ser que seas un mentiroso sin escrúpulos, será que muchas, pero sin embargo, en el caso de Fausto, le ha sucedido el caso contrario: ha sido él quien ha salido favorecido gracias a esa parte de los contratos que todos nos saltamos.
Por lo visto, cuando Mefístofeles apareció ante él para reclamar su alma, el protagonista de la más conocida obra de Goethe, se negó alegando un error de forma en la letra pequeña del contrato. Aunque desde esta redacción hemos tratado de saber cuál ha sido ese pequeño detalle, (por si alguna vez Satán viene a reclamar nuestra alma a cambio del éxito de LITERATURA TODAY y de la novela SERIOpata), no hemos podido enterarnos. En caso de que nos enteremos os avisamos por si vosotros os podéis librar de clausula Alma de vuestro contrato con el Maligno.
Seguiremos informando mientras no nos censuren,
o nuestras almas acaban en el Averno...
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