No
quiero ir de profundo por el mundo al decir que sólo nos quedamos con la
superficie de lo que sucede a nuestro alrededor…Pero no digo nada de esto por una
razón filosófica, me libre el destino de pretender eso, sino más bien porque en
la literatura sobre todo la creada inicialmente en una lengua diferente a la
nuestra y que desconocemos, la labor de las traductoras y traductores pasa
totalmente desapercibida, cuando en estos casos resultan fundamental.
Fundamental porque de elles depende de que una obra llegue a un público ajeno a
la lengua de las escritoras y escritores. Una mala traducción se nota y puede
estropear una buena historia, como también una buena traducción puede superar
lo inicialmente escrito. Si no fuese por quienes ejercen la traducción nos hubiésemos
perdidos obras que de otra forma no habría llegado hasta nosotres. Porque
quienes traducen son capaces de involucrarse tanto en el texto hasta hacerlo
suyo para captar la esencia de la creadora o creador que logran pasar desapercibides y ese es su gran éxito.
Por
todas esas razones y muchas más pido desde este pequeño reducto un aplauso para todas
aquellas personas que se esfuerzan por acercarnos las obras que para que gente
como yo, incapaces de defenderse en una lengua que no sea la materna, y a veces
ni en esta, puedan disfrutar de la literatura más universal. ¡Bravo por todas
ellas!
*El uso de la e al finalizar en algunas palabras responde a una cuestión de igualdad lingüística para englobar a todos los géneros.
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