El Vendedor de Humos: El juego de Dios (reseña literaria)

sábado, 30 de julio de 2011

El juego de Dios (reseña literaria)

“Un conocimiento más antiguo que la historia conocida. Más que un viaje, una aventura que llevará a sus protagonistas a lugares que creiste perdidos. Una novela que acabará rompiendo los cimientos de tu propia realidad.

No hay reposo para el que busca consuelo en sus creencias, pues siempre son verdades a medias. Pero el que alcanza el alma, obtiene la paz de quien renace en vida”
Ushaa Tayak

Hay novelas que entretienen, ensayos para aprender y libros que aunan ambas cosas. “El Juego de Dios” conjuga aventuras y acción con conocimientos ancestrales sobre el mundo, su funcionamiento y la espiritualidad.

Su autor es Ushaa Tayak (palabra de una lengua antigua) que prefiere que su obra hable por él porque “es más importante el mensaje que el mensajero”. El objetivo del libro es invitar al lector a hacer un planteamiento “alternativo” de lo que piensa que es él, de lo que cree que es la vida, de cómo tienen que ser las cosas.

Ushaa Tayak se inspira en NUNC, amigo suyo y escritor desconocido para el público general pero autor de una obra que él considera fundamental: “Viaje a la Divinidad“.
Los lectores de “El Juego de Dios” dicen que es una novela sencilla pero con un contenido sobre nosotros mismos muy profundo.
A continuación, el autor nos explica más sobre este libro que está disponible GRATUITAMENTE en pdf e impreso a un precio de 11,22 euros en bubok:

“El JUEGO DE DIOS”
El libro que les quiero presentar es una novela corta, 150 páginas, con mi pequeño tributo al género de ciencia ficción, pero con una trama más cercana a libros como el “Código da Vinci”.
El argumento del libro llevará a sus protagonistas de Tokio a París, al camino de Santiago… y más lejos la verdad (pero no le quiero desvelar el final). Lo importante es que ese viaje es sólo una excusa para afrontar un cambio personal, una mirada hacia el interior, haciendo necesario replantearse por completo la visión que tenemos del mundo.
Pienso luego existo dijo Descartes… ¿Y si solo existo y además pienso? ¿Somos lo que pensamos? ¿Y para que demonios he venido yo aquí? A veces es necesario pararse, dejar de pensar, no dar por bueno todo en lo que creemos, para empezar a sentir y actuar de una manera completamente ¿Se han preguntado porqué existiendo como unos doscientos millones de libros que cuentan como alcanzar la iluminación, existen contadas personas que la han alcanzado?

Sencillo, la mejor forma de esconder algo es ponerlo a la vista de todos. Cuando enfrentamos un libro sobre desarrollo personal o espiritual, lo hacemos desde nuestra perspectiva mental, desde nuestras ideas propias.
Estamos o no de acuerdo con lo que se nos cuenta y rápidamente acudimos a nuestra visión personal de cómo son las cosas…, el cielo y el infierno, los santos, los maestros… los malos, los buenos. Inconscientemente, estamos creando una separación, fijándonos en algo externo, cuando lo que en realidad buscamos se encuentra en nuestro interior. ¿Y que es eso del interior que todo el mundo habla?
Les dejo un extracto:
(…) Es posible que algún momento a lo largo de la vida, cuestionemos hasta la propia existencia, puede que ello ni siquiera se haga de manera consciente. La mente comienza entonces a confabular, intentando descubrir que se esconde tras la muerte, qué somos en realidad, qué es eso que llaman alma…, Olga recordó de nuevo las palabras del japonés en el primero de sus encuentros:
Siempre hay más, Olga, siempre hay algo más, sólo hay que aprender a mirar, y a veces para poder ver, se necesita parar y cuan ciertas se le hacían ahora esas palabras, cuando la más de las veces nos hallamos tan inmersos en nuestra propia realidad, que nos perdemos todo lo demás. (…)