Tal como lo oyen querido público, por si no estuviese ya harto difícil darse a conocer como escritor a través de la redes, ya que en España existe de por si un grupo de autores considerados como Vacas Sagradas, que nublan cualquier intento de mostrar un poco la historia de las luchadores y luchadores que día a día ponen su empeño en tener al menos la mirada de un lector, pero en definitiva estos han hecho carrera en esto del mundo de las letras, aunque una vez apoltronado en sus tronos de oro pueden crear cualquier artilugio sin magia venderán millones de libros porque las grandes editoriales con sus planes de marketing invasivo te harán ver que es la obra culmen de la narrativa, y nosotros como simples borregos obedecermos.
Pero lo que me parece peor, es que gente sin don para las letras, que utilizan a negros de manera más o menos disimulada, ahí tenemos el sempiterno del caso de Ana Rosa, sacan libros que para colmo son leídos. Y es que en este país panderetero, el ser famoso o enchufado está muy por encima del talento, y no quiero decir con esto que yo lo tenga...pero es que no resulta normal que una editorial apuesta por libros escritos sobre la vida de personajillos de la revista del corazón, o de programas tan flagrantes como Salvame, que luego nadie reconoce ver, pero que es líder de audiencia, a no ser que ahora los ratings televisivos se haga a través de las visiones del más allá. Sin duda damos asco.
Luego en el de los enchufados es lo más gracioso, porque ser hijo, nieto, o pertenecer a tal o cual partido político te abré puertas. Fuera aparte que también el saber arrodillarse a tiempo ante un productor televisivo te puede permitir un contrato editorial importante.
Muchos pensarán que este post no viene a más que no logré audiencia de mis historias, pero no soy solo yo quien lo padece, sino autoras que andan luchando día a día a través de la red, gente que se parte la cara por su obra, porque creen como yo en sus creaciones, para que después venga una tipa que por simple hecho de estar buena tenga una oportunidad.
Si quiero ser leído tendré que entrar en su juego es lo que parece, el problema es que ni tengo ganas de ser el noviete de una de las niñas de gran hermano, ni el lameculos de un político, ni el esclavo de la fama, antes prefiero el ostracismo pero la libertad de seguir siendo yo mismo...
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