Pero dejémonos de parafrasear porque si algo tenéis claro a la hora de lanzaros a este mundo de la escritura, es que si escribís una novela, preferiblemente una saga, lo hacéis con intención de que llegue no a los cines, hoy día eso lo hace cualquiera, sino que vuestra obra culmen, vuestra panacea de la creación, sea una serie. Veis en el gordito de George R.R. Martín a vuestro modelo a seguir. La serie Juego de Tronos, es como vuestra Virgen del Rocío a donde acudís como fuente de inspiración. Y es que seamos claros, una serie deja mucho dinerito contante y sonante por derechos de autor, a lo que habría que añadirle merchandasing si habéis sido listo a la hora de crear símbolos en vuestro libro para que todo el mundo desee comprarlo.
¿Interesante verdad? Pues no. Yo os propongo algo mejor, ¿por qué en vez de escribir una novela, escribís un guión? Os ahorra el trámite de primero destacar en la lista de venta de libros para luego pasar a ser una serie, y los productores os harán más caso. Seamos franco, como escritor cutre que pretendes ser, a estas alturas, ya deberías de saber que una imagen vale más que mil palabras, sino mira a vuestro alrededor. ¿A qué conoces más gente que ve series, a gente que lee?
Por eso te aconsejo, tira por la ventana esas anotaciones que tenías para tu novela con excesivas descripciones. Limítate a hacer escuetas descripciones, y a trabajar mucho los diálogos entre personajes.
¿Sigues sin estar seguro? Hoy día las series poseen ideas más originales que la de miles de libros que se lanzan al mercado. Seguro que te suena más Walking Dead, Dexter, o True Blood que cualquier libro.
Trata de escribir un guión verás como funciona, sino fíjate en mi, si has leído hasta aquí es porque te vendí mi película XD.
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