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miércoles, 22 de enero de 2014

Dar caché

Aunque pensemos que las cosas a lo largo del tiempo van cambiando, es mentira, como reconocía el dicho científico, la materia ni se crea ni se destruye, simplemente se transforma. Alguno que otros dirán que cada día estoy más chiflado, y la verdad es que no se equivocan, pero cuando hago alusión a esta premisa de que las cosas no cambian, solo se transforma, mi intención es tratar un tema literario que si bien a simple vista os puede parecer una mierda, a mi me resulta curioso. Para que os hagáis una idea me refiero a los prólogos de los libros,
Sin perdernos en parafernalias de etimología que a nadie interesa, todos sabemos que el prologo es el texto que va antes del comienzo de la novela en sí, y que para ser sinceros, la mayoría de las veces nos lo saltamos todos, pues no nos interesa mucho descubrir la intencionalidad del autor a la hora de crear su obra,  ya que preferimos ser nosotros mismo los que la descubramos o le demos nuestra propia visión, o bien es un acto laudatorio sobre las virtudes del texto por parte de un tercero. Es sobre todo con este último supuesto con el que quería tratar, porque aunque creamos que el prologo laudatorio es de invención reciente, nos estamos engañando, pues como dije antes, las cosas no surgen solo se transformar...
Ya en el siglo XVI los autores pedían a otros colegas suyos de mayor renombre (curioso igual que ahora) ensalzará su obra, pero en este caso no con un prologo narrativo, sino con poemas que se incluían al principio del libro y que de esa forma daban caché. Un ejemplo reciente que pretende mostrar esa clase de textos, son los libros del Capitán Alatriste, donde se incluyen poemas a la figura de tan famoso soldado de los tercios.
Aunque si dentro de estos poemas-prólogos resulta un caso curioso es el del Quijote. Miguel de Cervantes, al no no hallar ningún autor que pudiese avalar su obra con algún que otro poema, decidió escribirlo él mismo e inventarse a los autores que lo habían hecho. Como podéis observar cualquier estratagema vale para sorprender al lector aunque seas el autor más vendido en castellano.
Quizás no lo sepáis, pero a la antología "Iberia Sumergida", le escribe el prologo Bruno Nievas, una persona sincera y comprometida, ya que aportó su granito de arena e un libro gratuito del que no se lleva más beneficio que ayudar a otros autores, nada más que por leer a Bruno deberías descargarlo...

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