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jueves, 17 de mayo de 2012

Una de Leyendas Urbanas

Quizás sea por la calor que hemos venido padeciendo por estas latitudes, pero para salir un poco de la monotonía me ha dado por indagar un poco en las leyendas urbanas que han venido circulando en los últimos años, y es que no hay nada como crear un rumor, soltarlo al viento, y dejar que la gente haga el resto, amoldando la historia a su antojo y creando su popria "verdad". Toda estas historias comienzan con un "A mi me dijo una vez mi tía abuela de un amigo de mi vecino, que su sobrino segundo hijo de su cuñada a la cual detestaba vivió un hecho extraordinario..." Cierto es que son historias que tienen su parte de verdad pero que el vulgo se ha encargado de exagerar hasta limite insospechado. A continuación haremos mención de alguna de ellas:
Entre las clásicas esta la de la muerta de la curva, esa chica que en una noche oscura la recoges en medio de la carretera para que una vez iniciada la marcha del vehiculo te cuente la historia de que justamente murió en la curva por donde acabas de pasar, pierdes el control y mueres. A ver señores seamos razonables: para empezar a quien se le ocurre coger a una extraña en la carretera, que vale que hay mucho tíos salidos que con tal de echar un casquete cogen a su madre, pero quien te dice que esa mujer es de fiar en. Además seguro que ese día te pilla sin condones. Aparte que si esta leyenda fuese cierta habría una mujer en cada curva de las carreteras de España y que yo sepa normalmente si hay mujeres en carreteras solitarias están en lugares de carteles luminosos con nombres tan poco originales como: Petalos, relaja cuerpo y mente. En fin...
Después tenemos la leyenda de la pandilla basurilla que nos habla de un coche que transitaba con las luces apagadas a la par tuya por una carretera solitaria (que manía con las carreteras solitarias, ¿no puede pasar en la M-30 o en la N-IV a la altura de Jerez?). A lo que iba, cuando tu te das cuenta de que va con las luces apagadas tu le haces una señal con las largas para que las enciendan, momento en el cual te adelantan, te obligan a parar, y te dan una soberana paliza que ni tu madre te reconoce. Pero pensemos detenidamente, si te vas a topar con un desaprensivo por la carretera, sera un sabado noche, por una carretera cualquiera que de lo borracho que va chocará contigo, y no creo que precisamente su mayor afán fuese pegarte, para eso, esos desarmados ya lo habrían hecho en la discotecas donde estuvieron antes de salir del coche.
Por no alargarme contaré la leyenda del metro, según la cual, tu te montas tardes en el suburbano, no hay ni un alma en la estación, ni tampoco en el vagón en el que te monta, tan solo un hombre con una mujer con peor cara que marco el día de la madre que va con la mirada fija. Minutos más tarde, se te acerca otro hombre o mujer, que casi te ordena bajarte en la próxima estación, para así poder contarte que la mujer de la mala cara era un cadáver que el señor que la acompaña arrastra por las lineas del metro...y yo ahora me pregunto:¿Pagas solo un billete cuando llevas un muerto por considerarse equipaje de manos, o dos?¿Ninguna camara ni nadie se da cuenta de un señor arrastrando un cuerpo, que por si solo debe ser complicado de mover debido al rigor mortis?¿o es que están cumpliendo la última voluntad de la difuntad.
Quedan muchas en el tintero, pero no quería alargarme. Solo decir que pese a usarlas como recurso literario, hay que tener constancia de que no me las creo hasta que me sucedan, ¿Sabéis cual deseo vivir? Pues aquella leyenda urbana que decía que miles de personas leían mi blog y se descargaban mi Diario de una inquietud (http://www.amazon.es/Diario-de-una-Inquietud-ebook/dp/B007L66LJK)

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